COMO COLABORAR
CON LAS MISIONES
La ayuda económica se realiza en todas las parroquias,
colegios e instituciones católicas del País.
También pueden acercar su colaboración a las Misiones,
teniendo en cuenta las siguientes opciones:
VIRTUALMENTE
PERSONALMENTE
Sede Nacional
Av. Medrano 735 (1179),
Buenos Aires.
DEPÓSITO
BANCARIO
Nombre de la Cuenta:
Obras Misionales Pontificias
CUIT Nº 30-53703802-7
Enviar comprobante de depósito vía mail administracion@ompargentina.org.ar con los datos, expresando claramente que el destino del mismo es la
Colecta Mundial de las Misiones.
Cuenta Corriente en pesos
197 001716-3
CBU Nº 0720197020000000171636
Alias: omp.argentina
Cuenta Corriente en pesos 0002523-6-303-8
CBU Nº 0070303920000002523688
Cuenta Corriente en pesos 510-02100256/54
CBU Nº 0150510802000100256543
ANTE CUALQUIER DUDA
INQUIETUD O SUGERENCIA
Pueden comunicarse telefónicamente
a nuestros números
(011) 4863-1357 o al 4862-4136
de lunes a viernes de 8:30 a 18:00 hs.
También pueden hacerlo a la Dirección Nacional de las Obras Misionales Pontificias, a través de su correo electrónico:
o a la Secretaría de Comunicación de las OMP: comunicacion@ompargentina.org.ar
Los misioneros sabemos la importancia que tiene la “colecta de octubre”, pero también sabemos que vivimos un tiempo que se cuestiona y se pone en duda todo lo que vincula a la Iglesia con los bienes materiales y económicos por distintas razones, algunas fundadas y otras no, pero todas influyentes.
Por eso es algo que nos invitan a repensar y remotivar los autores del subsidio elaborado en Roma con motivo del MME. Allí encontramos una mirada a la Iglesia primitiva y el actuar de San Pablo al respecto y encontramos la motivación más genuina que inspiró a Pauline Jaricot por el 1822 con su iniciativa de cooperar con las misiones: “El fundamento teológico de la colecta abre así el acceso a la comprensión de la Iglesia por parte del Apóstol. Para san Pablo, las Iglesias no están aisladas entre sí, sino que están unidas por una pertenencia espiritual eucarística.
Al igual que las partes de un cuerpo, las Iglesias están interconectadas e interdependientes, y viven en comunión (cf 1Cor 12,12-31).
Para él, la experiencia espiritual que subyace y sostiene la unidad de este cuerpo eclesial es Jesucristo, en su revelación, en la predicación del Evangelio y en la Eucaristía. A través de su Espíritu, las partes individuales se integran en el cuerpo mediante el bautismo.
En cierto sentido, todas las diferencias discriminatorias entre los seres humanos individuales se disipan en Cristo por el bien de una verdadera comunión fecunda… La razón por la que lo hizo (la colecta) fue porque esta Iglesia estaba necesitada: evidentemente, afrontaba una pobreza material a la que no podía hacer frente con los recursos disponibles dentro de la Iglesia de Jerusalén. Por lo tanto, la colecta estaba destinada a expresar el vínculo de la comunión espiritual y eucarística entre los cristianos judíos y los cristianos gentiles, un vínculo cuyo valor se manifestó, en forma de apoyo concreto, cuando surgió la necesidad real. Esta ayuda no era un acto de caridad, sino más bien un deber espiritual hacia aquellos de quienes se había recibido el don de la fe: un verdadero acto de comunión espiritual por el amor a Cristo y a la evangelización…”
( cf. BAUTIZADOS Y ENVIADOS: LA IGLESIA DE CRISTO EN MISIÓN EN EL MUNDO, pag 395)
Comprendemos que la principal motivación de la colecta por las misiones es teológica y espiritual, es vivir nuestra identidad de bautizados que nos hace miembros de la gigantesca familia de los seguidores de Cristo de todos los tiempos y lugares. Entonces el misterio de la comunión se hace palpable en este compromiso de todos por el anuncio de Jesús y su Evangelio. Donde cada uno tiene su protagonismo y su compromiso con la comunión fraterna por lo tanto no deja de ser una oportunidad para confrontar nuestra vida con el evangelio y sus valores que hacen más humana la vida de todos ayudándonos a entrar en una relación más libre frente a los bienes y más fraterna con todos los pueblos.
En definitiva, la colecta por las misiones tiene que ver con nuestra identidad de personas de fe y de comunión eclesial, sino no se entiende y no nos motiva a animar esta dimensión de la cooperación misionera.
Pidamos a María Reina de las Misiones interceda por toda la Iglesia para que en este mes misionero reavivemos nuestro compromiso bautismal de propagar la fe también en este modo necesario con la certeza de lo que nos dice San Pablo: "Hay más felicidad en dar que en recibir" Hech. , 20, 35
Hna. Ivana Lineares.