Los misioneros “no son solo los que hacen mucho camino, aprenden lenguas nuevas, hacen obras de bien y son muy buenos anunciando”. Misionero “es también cualquiera que vive, donde se encuentra, como instrumento del amor de Dios; es quien hace de todo para que, a través de su testimonio, su oración, su intercesión, ‘Jesús pase’”. Así ha recordado el Papa Francisco el latido del dinamismo misionero que puede mover y animar el testimonio de todos los bautizados. Lo ha recordado en la audiencia general de hoy, miércoles 7 de junio. Continuando el ciclo de catequesis dedicadas a la pasión evangelizadora y al celo apostólico, el Papa Francisco ha propuesto de nuevo la figura y la espiritualidad de Santa Teresa de Lisieux, religiosa carmelita y Patrona de las misiones católicas junto con San Francisco Javier. Durante la Audiencia, celebrada en la Plaza de San Pedro, el Pontífice ha tenido expuestas a su lado en un relicario, las reliquias de la santa carmelita nacida hace 150 años. “Es hermoso que esto suceda - ha dicho el Papa al abrir la audiencia, refiriéndose a la exposición de las reliquias - mientras estamos reflexionando sobre la pasión por la evangelización, sobre el celo apostólico”.
El Papa ha anunciado también su intención de dedicar una Carta Apostólica a la santa que tanto aprecia, con ocasión del 150 aniversario de su nacimiento.
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